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Dionisio Cañas. La Mancha por bandera.

por forttaleza
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Tomepoly

Hablamos con Dionisio Cañas sobre sus comienzos, motivaciones y su particular forma de ver el arte.

Es muy difícil hablar de la obra de Dionisio Cañas de forma que se le haga justicia, por su extensión, variedad y porque hablar de Dionisio es hacerlo de una persona que ha consagrado su vida al arte, en todas sus facetas. Más de una veintena de obras literarias entre poesía y ensayo; performances en Nueva York, Madrid, Barcelona, París, Rabat; actividades y proyectos sociales; fundador del grupo artístico Estrujenbank; catedrático de literatura hispana en la universidad en Nueva York… dan testimonio de la intensísima e incansable actividad del artista tomellosero.

Unos primeros años difíciles

            Nacido en el seno de una familia humilde, Dionisio ya apuntaba maneras de artista desde muy pequeño. «Desde niño ya pintaba y cogía las sábanas viejas que iban a tirarse y las montaba como artista. Posteriormente mi familia tuyo que emigrar a Francia, donde fui a una escuela nocturna. Era una escuela de arte, más o menos como nuestro bachiller, y aunque yo pintaba tenía que trabajar en una fábrica.» Remarca Dionisio que él en este tiempo no se dedicaba al arte sino que era algo intuitivo, no había tradición familiar ni nada por el estilo. Casi se puede decir que Dionisio nació con ese don para la creación artística. «En Francia continué muy interesado en el arte una vez que mi familia regresó a España, de hecho iba hasta París haciendo autostop para ver exposiciones.»

Nueva York; la consagración del artista

         «Allí comencé a trabajar en una librería y a estudiar literatura. Tenía veinte años y la poesía me interesaba mucho. Trabajar en esa librería me sirvió de mucho, para conocer gente del círculo literario, era de literatura franco española. Empecé a estudiar mi carrera, hice la licenciatura, luego el doctorado y finalmente me hice profesor.» Destaca Dionisio sus padres son gente humilde, sencilla, agricultores de La Mancha y que, sea cual sea el trabajo, la vida hay que ganársela. Es por este pensamiento que Dionisio tiene el enorme currículum que posee. «Yo creo que he trabajado más estando jubilado que cuando estaba en activo», afirma el artista entre risas, que por cierto acaba de volver de París, donde está trabajando en una ópera con un compositor español.

Regreso a España y a Tomelloso

            Tras su retorno a España y afincarse en Tomelloso, a Dionisio no le interesó tanto el mundo concreto de la literatura como el del arte en general, rodeándose de artistas de diversos ámbitos. Y aunque ha publicado algunos libros ahora ha empezado a colaborar con músicos en diversos proyectos de música contemporánea, haciendo también performances por distintos lugares de la geografía española. «Ahora estoy más centrado en la música porque me gustan los retos. Tengo 73 años y aunque el cuerpo es inevitable que envejezca cuando uno no tiene intereses, es cuando realmente envejece.»

          Dionisio siempre ha tenido gran apego a su tierra; «no solo Tomelloso en concreto, sino toda la zona de La Mancha.» Mucha gente se sorprende por cambiar la vida en Nueva York por Tomelloso pero para Dionisio es algo que debía pasar. «Aquí tengo a mi familia y mis amistades, ya estando en Nueva York venía todos los veranos y pasaba mucho tiempo en Tomelloso. Necesito los paisajes de esta tierra, sus horizontes.»

Comprometido con el arte y Tomelloso

         Que Tomelloso es cuna de artistas en innegable, de hecho es muy raro que cualquier familia no conozca a algún artista con el compartan parentesco o lazos comunes. «Me parece admirable la cantidad de personas aficionadas a la pintura, la poesía… es como si hubiera algo genético de difícil explicación en los tomelloseros que nos impulsa a ello.»

            De entre todos los proyectos en los que ha participado hay uno que remarca por encima de los demás. «“El gran poema de nadie” es un proyecto de poesía participativa que consiste en recoger palabras por la calle con diferentes colectivos y crear con ellas poesías en las que todos aporten su granito juntándolo todo. Lo he llevado a cabo en Egipto, Nueva York, en Francia…en Tomelloso lo he hecho dos veces, una de ellas la recuerdo con especial cariño, porque la hice en el emblemático Cafetín. Es algo colectivo y muy interesante. Desmitifica la poesía como algo solitario. Genera un gran intercambio de ideas y pensamientos.»

En Forttaleza siempre nos gusta recordar que cualquier persona, identidad u organización que tenga algo que aportar relacionado con Tomelloso, es libre de usar nuestro blog para plasmarlo y enseñar de tomellosero/a a tomellosero

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