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Estereotipos de género en carreras y trabajos

por forttaleza
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Ingeniería y medicina, dos ámbitos de estudio y trabajo totalmente diferentes, pero ¿Qué tienen ambas ramas de estudio tan destacable?

La respuesta es muy sencilla, si te damos dos palabras: hombre y mujer, ¿con cuál relacionas a cada uno? Eso es lo que venimos a debatir hoy; ¿por qué las ingenierías están abarrotadas de hombres, y porqué la medicina de mujeres? Evidentemente, hablamos en términos generales y naturalmente podemos encontrar ambos géneros en todo tipo de carreras o trabajos.

Además, aunque escojamos estos dos ejemplos, podemos destacar muchos más trabajos con este tipo de estereotipos de género: policía, construcción, moda, tareas domésticas, odontología, maquinista, etc.

Repitamos la pregunta: ¿Por qué si pensamos en estos puestos, inconscientemente se nos viene “mujer” u “hombre” a la mente? Se trata de uno de los tópicos a los que el feminismo trata de responder.

“Basta de los estereotipos de género”

7 de cada 10 estudiantes en medicina son mujeres en España

Desde la Karlshochschule International University, nos hablan de seis puntos fundamentales que desde la infancia influyen en nuestra forma de estereotipar, y que, por tanto, nos afectan a la hora de decidir nuestro futuro.

Razones biológicas:

Históricamente, desde el inicio de la humanidad, el hombre siempre ha sido el encargado de realizar trabajos que requerían de una determinada fuerza, como cazar o luchar. Mientras tanto, la mujer siempre era la encargada de cuidar y educar a la familia. Hablamos de argumentos biológicos, ya que el hombre tiene unas características físicas diferentes y la mujer es la primera en tener contacto con el/la recién nacido y en alimentarlo. Sin embargo, en esas primeras épocas, la falta de valores y actitudes era obvia, por lo que la cultura se empezó a forjar desde lo objetivo. ¿O acaso una mujer no podía ir a cazar y a luchar?

Familia

El problema se propaga cuando esta antigua cultura se extiende por los siglos, hasta nuestros días. Solo hay que pensar en nuestros abuelos y en la cultura en la que se han criado. No era su culpa, era lo que había y poca gente hacía por cambiarla, entre otras cosas, porque ningún movimiento se veía apoyado social y políticamente. Esto condujo a que, en una gran mayoría, el hombre seguía siendo el encargado de trabajar y generar beneficios para el hogar, mientras la mujer quedaba en casa con las tareas domésticas.

“Nada diferente a la prehistoria”

Dicha cultura y muchos de sus valores empezaron a progresar con la generación boomer, aunque no fue tan destacable como está siendo con las generaciones X (1966-1979), Y (1980-2000) y Z (2001-2010). Nosotros, lectores de este bonito blog, nos hemos educado en una sociedad en la que nuestra familia estaba arraigada a unos valores que hoy en día, están mal vistos, porque lo son. Esto, evidentemente, ha afectado en nuestra forma de pensar y actuar, en este caso, en cómo percibimos ciertas carreras y si un trabajo está adaptado a nosotros.

 

Se espera que la generación Alfa (2010-2025) sea casi la culminante de un cambio cultural positivo

Política y legislación

En la actualidad, las leyes y la política de igualdad de género han mejorado en los últimos años, pero aún queda mucho camino por recorrer. La ley debe ser una herramienta para promover la igualdad de género y la igualdad de oportunidades. En la actualidad surgen dudas sobre si la ley está a la altura de los valores sociales. Los estereotipos sobre la raza, la etnia o la sexualidad también entran en juego aquí… Hay supuestos clave que deben ser identificados y algunos de ellos deben ser cambiados:

  • El género es binario, biológico e inmutable.
  • Los hombres y las mujeres tienen capacidades diferentes; por lo tanto, debería haber normas diferentes para juzgar su comportamiento.
  • Las mujeres son vulnerables y deben ser protegidas
  • Los maridos y las mujeres son considerados legalmente como «uno». El «uno» es el marido.

Aquí, como ejemplos, es suficiente con pensar en los presidentes o líderes que ha habido en cualquier país durante nuestra existencia.

Parque Nacional del Monte Rushmore

Religión

La religión sigue siendo hoy en día un enérgico factor de influencia por muchas partes del mundo. Debemos considerar que la religión y sus dioses han sido siempre creados desde la masculinidad, y que no fue hasta más tarde cuando se empezó a relacionar mujer y divinidad. Aunque cabe añadir que este es el punto en el que hombres y mujeres estaban más igualados. Existen numerosas pruebas que aseguran que la mujer era fundamental, y para muchas religiones, hombre y mujer se presentaban diferentes, pero sin seguir criterios de inferioridad-superioridad.

Educación

Este es un punto vinculado a la familia, pero podemos añadir secciones adicionales como los juguetes, uso de colores o incluso los dibujos animados en el pasado. Cualquier niño/a ha jugado a “querer ser mayor” y a aplicarse unos roles que sorprenden. Desde edades muy tempranas, marcan límites y diferencias de género, por lo que normalmente, nuestros roles se basaban en los históricos. Sucede lo mismo con los juguetes, el marketing asocia rosa y azul para centrarse en dos públicos diferentes, y desde que nacemos, al niño se le compran juguetes diferentes (camiones, cajas de color azul, balones, etc.) a la niña (muñecas, peluches, kits, etc.) De nuevo aclaramos, que hablando desde la estadística general.

Publicidad y medios de comunicación

Aunque desde Forttaleza amamos los medios de comunicación, concretamente la publicidad, es cierto que este punto es muy determinante a la hora de crear estereotipos en la sociedad. A mediados del siglo XX, medios como televisión, radio, periódicos o publicidad exterior nos dejan ejemplos de lo poco que importaba la responsabilidad social de una empresa. Lo único que importaba era vender, y si eso requería representar a una mujer usando un producto de limpieza o sirviendo a un hombre, adelante. En estos casos, la publicidad era como el arte, porque representaba resumidamente como era la sociedad, y lo que la gente quería ver.

“La influencia de los medios de comunicación es única, por eso debemos trabajar la ética”

Finalmente, tras toda esta investigación, invitamos a nuestros lectores a empezar a romper los estereotipos. Sin ir más lejos, el puesto CEO es una posición alta normalmente vinculada al hombre, sin embargo, Forttaleza ha nacido y se ha forjado rompiendo con dichos estereotipos genéricos, ya que Margarita Sánchez, es la Chief executive officer de esta empresa. Pero no se trata de contar solo con excepciones, se trata de conseguir una igualdad consolidada donde los estereotipos dejen de existir, lo que significaría que los seis puntos anteriores están cambiando positivamente.

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