Portada » ¿Qué tipo de energía tienes en el interior?

¿Qué tipo de energía tienes en el interior?

por Paqui Parra
0 comentario

Hola querido lector, hoy quiero invitarte a que me acompañes a dar un paso más en mi experiencia sobre las características evolutivas de la energía femenina que todos tenemos, independientemente del género, que nos ayudan a vivir con serenidad.

Características como la gentileza, la empatía, la amabilidad, la compasión, la gratitud, el perdón….que no solo son ideas místicas. También la ciencia ha demostrado que las personas que saben perdonar, que son gentiles, que son amables, que tienen compasión, que están llenas de gratitud,  desarrollan un impacto genético en su cuerpo  muy positivo; mejorando el sistema inmunológico, la longevidad, el sistema cardiocirculatorio, etc. Es decir, que la amabilidad, la gratitud, el perdón, la empatía, la sensibilidad….son unos medicamentos naturales, que nos ayudan a vivir.

Empatía y amabilidad
La empatía y amabilidad crea un impacto muy positivo en nuestros organismos

Cada vez que abrimos el corazón y perdonamos, florecemos

Cada vez que abrimos el corazón, nos damos cuenta que el dolor es amor retenido, porque nosotros tenemos miedo a amar, muchísimo miedo a amar, porque el amor, como el perdón tiene un poder transformado muy grande. Cada vez que abrimos el corazón y perdonamos, florecemos y nos quitamos kilos, adelgazamos mental, emocional y físicamente. Es imprescindible perdonarnos para alcanzar la paz, la nuestra, la que nos permite vivir desde el interior en paz y en calma.

Justo ahí, en ese instante, con el corazón abierto, dispuesto a amarme y amar es cuando me hago consciente de que no somos más que niños heridos en cuerpos de adultos, con vidas de adultos. Entonces, como no tratarme con amabilidad, con ternura, como no abrazarme y cuidar mis heridas.

Ponerlo en práctica: el objetivo

Querido lector, si has llegado hasta aquí, es posible que esto te parezca algo ilusorio, difícil o incluso imposible de ponerlo en práctica. Por ello quiero recordarte que desde ese niño herido somos capaces de inventarnos de todo para cerrar nuestro corazón y no amarnos y amar como verdaderamente somos capaces. Y como adultos, para conseguir aquello que queremos conseguir, somos capaces de criticarnos con dureza si cometemos algún  “error” incluso de castigarnos con unos diálogos internos que nos dicen que no somos capaces, que somos débiles, que no tenemos fuerza de voluntad, que somos perezosos, etc.

Son estos diálogos los que activan en nuestro cerebro el estrés y la sensación de sentirnos amenazados, disparan nuestra ansiedad y esta nos lleva a cada uno de nosotros a refugiarnos en la comida, el deporte, la bebida, etc. Esto para mí es muy importante; ser consciente de si estoy ahí para disfrutarlo o estoy para refugiarme.

Si nos damos un paseo por nuestras conductas, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, vamos descubriendo como, si, por ejemplo; tenemos a un bebé en nuestros brazos, se nos despiertan sentimientos de ternura y nuestros pensamientos no son agresivos; si por ejemplo estamos escuchando la situación difícil por la que está pasando un familiar o amigo somos capaces de empatizar, de comprender y de tratar con amabilidad a esa persona.

Sin embargo, cuando se trata de nosotros, no siempre lo hacemos así. La mayoría de las veces nos criticamos con demasiada dureza, incluso nos autocastigamos. Y es curioso, porque cuando nos preguntan o nos preguntamos cómo nos gustaría que nos tratasen en estas situaciones, SÍ, tenemos claro que nos gusta que nos comprendan, que nos traten con amabilidad, con empatía.

¿Por qué no empezar por nosotros mismos?

Entonces; si sabemos cómo queremos ser tratados y además sabemos hacerlo, ¿por qué no empezar por nosotros mismos?

JAJAJA,  algunos de vosotros estáis contestando “YO ME TRATO COMO ME GUSTA QUE ME TRATEN Y TRATO A LOS DEMÁS COMO ME TRATO A MI”.

Pues muy bien,  vamos a por el siguiente paso, el de la GRATIDUD.

Siempre me he considerado una persona agradecida, no solo por dar las gracias cuando consideraba necesario o cuando me enseñaron que era lo correcto si no que también era consciente de todo lo que tenía en cada momento de mi vida y me sentía agradecida por ello.

Por ejemplo: si tenía un trabajo, me sentía agradecida porque me permitía disponer de un dinero para cubrir las necesidades que como sabes, todos tenemos. Al mismo tiempo también sentía que las horas trabajadas no correspondían con el sueldo cobrado o que el trabajo que estaba desempeñando no era el acordado, etc.

Si me sentía agradecida por las personas que me rodeaban, por su compañía, su cariño, su atención… también sentía que podrían tener mejor salud, mejor economía y así siempre.

Vivía en esa dualidad donde cada vez que me sentía agradecida y feliz, también sentía la carencia o carencias que me llevaban a la queja.

Gratitud en el interior de cada uno

Un día que estaba buscando información para un trabajo que quería realizar de desarrollo personal encontré la palabra GRATITUD y desde el primer momento quise experimentar. Escuché y leí a muchas personas de diferentes ideologías, diferentes profesiones, diferentes religiones y lo que primero que llamó mi atención es que todos coincidían en que la gratitud se siente en el interior, en lo más profundo de nuestro ser y que esto podría modificar algo en mí, en mi vida o en mi entorno, y me cuestioné si es que esto era posible.

Fue entonces cuando se creó un silencio, un vacío en mi mente y en mi corazón que me dejó ver con total claridad que el agradecimiento y la queja que experimentaba al mismo tiempo, en una misma situación, nada tenían que ver con el estado de gratitud.

Busqué qué hacer, cómo empezar a sentir o al menos permitirme sentir ese estado de  GRATITUD. Dejando que mi corazón me guiara, comencé con los 21 días de meditación de gratitud de Deepak Chopra en español. Desde el primer día se despertó en mi un estado de paz inmensa. Dia tras día iba sumando cuánto tenía, y al final, me encontré con todo lo que me sobraba y con un interior lleno de GRATITUD.

Tenían razón. Sí, es posible engrandecer nuestro interior, iluminarlo y sentirlo.

Querido lector, espero que, si es tu momento, lo que a mí me sirvió también te sirva a ti, o al menos, que puedas encontrar aquello que te sirva.

Muchas gracias por llega hasta aquí.

Puedes leer otros post escritos por mí en este enlace.

En Forttaleza siempre nos gusta recordar que cualquier persona, identidad u organización que tenga algo que aportar relacionado con Tomelloso, es libre de usar nuestro blog para plasmarlo y enseñar de tomellosero a tomellosero.

Te puede interesar

Deja un comentario