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Sensaciones de vitalidad

por forttaleza
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Tuvo que ser una mañana soleada de abril la que me permitiera conocer a Carmen.  Después de unos días impropios de la primavera donde incluso la nieve se extendió por Tomelloso, el ventanal que me acompaña en Forttaleza llenaba de luz nuestra oficina.

Carmen se presenta tímida, más aún detrás de la mascarilla que esta pandemia nos ha hecho retroceder a los más escondidos rincones. Aun así, se nota en su voz que hace un esfuerzo por salir de ella y comunicarse, y romper de ese modo las barreras que una mujer como ella pueda encontrarse. Carmen desprende en sus primeras palabras una ternura y humanidad que definitivamente marcará toda mi conversación con ella.

Muebles Ruiz & Gallego

Carmen nace en Tomelloso. El instituto vio por primera vez su sensibilidad artística premiando un dibujo a cera. Imagino a través de sus palabras el sentimiento que se envuelve en ese recuerdo. Nunca se olvida un momento clave en la vida de una persona, y a Carmen le brillan los ojos y nos revelan que está muy agradecida por ese reconocimiento. Más de una vez se habrá preguntado qué hubiese sucedido de no presentarse a ese concurso.

Cigüeña en un torreón

Quien conozca a Carmen sabrá que su acentuada sencillez muestra aún hoy ese tipo de incertidumbre. Sin embargo, se puede ver en ella que esos posibles temores o inseguridades los combate con una intensa vitalidad. Un trabajo duro y profundo como el que le llevó a preparar su última exposición Naturaleza (Fragmentos)” en Valdemoro, Madrid (noviembre 2021)

 

La colección mostrada albergó más de 50 obras en formato tondo (circular) que fue creando en tiempos de pandemia y que le permitió volcarse de lleno en su proyecto. Carmen recuerda esa etapa especial, donde fueron muchas horas de dedicación y de un trabajo intenso. Aprovechó tanto las horas centrales del día para utilizar la luz natural de su estudio, como el sosiego de la madrugada.

Y es que Carmen justamente es así. Como su obra, intimista pero vital, circular para ser infinita, detallista pero en expansión. Ha sido la primera vez que he conocido a una artista antes que a su obra y les confieso que ha sido una experiencia singular. Cuando te sumerges en su obra se confirma que estamos ante una explosión contenida de humanidad. Como es ella, tímida y sencilla, sin darse importancia, pero con unas ganas tremendas de comunicarse. Con carácter y personalidad.

 

Le pregunté si podía definirme su estilo, y de nuevo se da a conocer a su manera, como es ella. He de admitir que precisamente fue eso lo que cautivó mi interés. Podría haber tenido una contestación precisa, pero prefiere que sean los demás los que hablen de su obra y puedan contar a su vez lo que han encontrado en ella.

Petunias
Al contemplar su pintura podemos englobarla como realismo figurativo en donde resalta la sencillez y naturalidad en sus composiciones: bodegones que muestran los frutos de la tierra y la naturaleza (sandías, membrillos, rosas, almendros, granadas); paisajes y colores de La Mancha llenos de azules o verdes cobalto; los nidos del campo; marinas de Almería en donde buscó el numen y sus colores. La naturaleza le inspira y se siente íntimamente cercana a ella, y así lo refleja.

La acuarela es una de sus últimas técnicas empleadas. En pasadas entrevistas se manifestaba en ese sentido como que era una herramienta mágica y sugerente. Ahí podemos observar que Carmen no es una artista conformista que limita sus experiencias a lo ya conocido, sino que fiel a su persona, guía su trabajo por una continua lucha de emociones para satisfacer paradójicamente su inalcanzable plenitud.

Sandías

Fruto de esa inquietud conforma junto a otros pintores como Ángel Pintado, Ezequiel Cano, Caroline Culubret, Pilar Amat, Andrés Ruiz, un “grupo de figura” que todos los jueves se dieron cita en el estudio de Culubret hasta que llegó la pandemia. Unieron su amor por la pintura desde sus diversos estilos para experimentar con la figura humana e intercambiar sus consideraciones.

Carmen me revela su pasión por los papeles. Junto a la acuarela de la que se lamenta no haberla practicado antes muestra una singular alegría. Todo un descubrimiento de trabajo en su particular andadura en la pintura. Nuevos retos y nuevas sensaciones que al igual que sus amados impresionistas son capaces de llenarnos de energía y vitalidad.

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